10 razones para no volver a llamarte

Razón #1: no me gustaba la forma en que creías que eras el mejor en todo.

Razón #2: tu forma de ser tan cambiante según la persona con la que estabas.

Razón #3: Tu frialdad me congelaba.

Razón #4: Toda verdad la convertías en una mentira.

Razón #5: Siempre tenía razón, pero me llamabas paranoica.

Razón #6: Me hacías dudar hasta de mi misma.

Razón #7: Lo nuestro era un juego y cambiabas las reglas todos los días.

Razón #8: Nunca te entendí.

Razón #9: Estás bien sin mi, aunque yo todavía te extraño.

Razón #10: Nunca te arrepentiste por el dolor que me causaste. Y nunca lo harás.

Tu ausencia a veces me pesa, pero es un paso saber que de estas 10 razones no hay ninguna que haya hecho que no me alejaras.

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